Abrir los ojos
Ayer tuve esa agridulce sensación del despertar de la conciencia, creo que le llaman.
Leía,y cuanta más información recolectaba de aquí y de allá, más consciente era de esa sensación: Me sentía feliz por estar abriendo los ojos a una nueva perspectiva, por estar enfrentándome a cosas que ya había dado por sentadas, por estar aprendiendo, por sentir que me estaba quitando una venda pesadísima de los ojos. No es que pueda decir ya que estoy segura de nada, pero me siento más libre. Sí, es eso, me sentí más libre porque estaba siendo más consciente. "Mi libertad delimita tu poder", como diría Monedero. Y claro, cuando uno se siente más libre, siente también dolor. Porque es doloroso admitir que te habías dejado engañar, que hasta ahora habías sido un borrego como el resto, aunque te empeñases en decir lo contrario. Te duele porque la realidad tiende a ser una mierda, y no es que sea pesimista, no. La realidad es una mierda, pero hay esperanza, como dice Galeano........
"No sé cuál será la experiencia tuya, Miguel. Pero para mí la esperanza es una cosa que tengo cuando me despierto, que pierdo en el desayuno, que recupero cuando recibo el sol en la calle y que después de caminar un rato se me vuelve a caer por algún agujero del bolsillo. Y me digo: ¿dónde quedó la esperanza? Y la busco y no la encuentro. Y entonces, aguzando el oído, la escucho ahí, croando como un sapito minúsculo, llamándome desde los pastos. La tengo, la vuelvo a perder. A veces duermo con ella y a veces duermo solo. Pero yo nunca tuve una esperanza de receta, comprada en una tienda de corte y confección, una esperanza dogmática. Es una esperanza viva y por lo tanto, no sólo está a salvo de la duda, sino que se alimenta de la duda."
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