La cultura en la cabeza.


Ayer por la noche, volviamos en el metro de una larga (y dura) fiesta, mirando nuestros deprimentes caretos en todas esas fotos en las que una hora antes nos creiamos cachondisimas. Cojo el movil, y mientras tecleo algo, un subnormal que se sienta a nuestro lado empieza a darnos su numero de telefono. No se que tienen estos tios, pero su subnormalidad como que se percibe incluso a kilometros de distancia. Despues entran con nosotros al metro. Son como tres o cuatro tios, uno de ellos llevando la voz cantante. Mi cerebro intentaba olvidar su presencia y concentrarse en evitar potar alli mismo.

Hay una cosa que me encanta del metro de Madrid: esos textos que pegan en sus paredes, para entretener al pasajero en su viaje al trabajo o en la vuelta a casa. Son textos cortitos, pero siempre interesantes. Gracias a ellos conoci a algun autor que ahora me encanta. Una muestra mas de lo que Madrid puede ofrecerte.

Pero, en efecto, Madrid, tampoco se libra de este tipo de personajillos. El lider graciosete (ridiculo y orgulloso de su incultura), arranca el cartel de la pared. Yo siento asco, pero de nuevo, intento no pensar en ello demasiado. Antes de irse del metro, el tipo se me acerca y me pide un beso. "Adios, Gabriela", con sonrisilla de retrasado mental. El estomago como que se me contrae, y cuando vuelvo a mirar hacia la puerta, veo indignada como le pegan en la cabeza el cartel a una chica de color que estaba sentada. Se cierran las puertas del metro, y avanza. Fuera los imbeciles estos se rien a carcajadas, dentro reina el silencio. Ella, con paciencia, se despega la cultura de la cabeza, y la tira al suelo. Nadie dice nada. Si bueno, yo digo algo, y por mi hubiese salido a cantarles las cuarenta, pero me di cuenta tarde, justo cuando ya se cerraban las puertas. Una parada despues la chica se va... La veo caminar, y pienso que lo que ha pasado ha quedado atras, que en el barullo de la gran ciudad, nadie sabe y a nadie le importa lo humillada que haya podido sentirse esa chica. A lo mejor no, a lo mejor ya estaba acostumbrada. Da igual, no importa. Ha quedado atras. Solo fue una broma. Solo yo me pase el resto de la noche y de la ma;ana pensando en ello. No se. Me levante y recogi del suelo el cartel:

Callar

Una ola de amor que
va de mi cuerpo al tuyo es
una humana cancion.
No canta, vuela entre
tu boca y mi verano
bajo tu sol. El calendario no
tiene esta noche o fecha en su papel.
El manantial de vos
cae como vino en la copa
y el mundo calla sus desastres.
Gracias, mundo, por no ser mas que mundo
y ninguna otra cosa.

Juan Gelman (1930) Mundar


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder, es de las mejores historias personales/reflexiones que he leído hace mucho tiempo.

^^ dijo...

Cher frere blanc
Quand je suis ne, j’etais noir,
Quand j’ai grandi, j’etais noir
Quand je vais au soleil, je suis noir,
Quand j’ai froid, je suis noir,
Quand j’ai peur, je suis noir,
Quand je suis malade, je suis noir …
Tandis que toi, homme blanc,
Quand tu es ne, tu etais rose,
Quand tu as grandi, tu etais blanc,
Quand tu va soleil, tu es rouge,
Quand tu as froid, tu es bleu,
Quand tu as peur, tu es vert
Quand tu es malade, tu es jeune,
et apres cela, tu oses m’appeler
“homme de coleur”

Anónimo dijo...

Ya te digo, vaya pedazo de mongolo, yo tampoco me di cuenta a tiempo, desgraciadamente abunda demasiado la gentuza.....
me encanta como describes nenita :)
1besitoo

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