¿Quién soy?
¿A dónde voy? A veces me pierdo por los rincones de la habitación, y mira que es pequeña. A veces me pierdo en la cama; esa sí que es gigante (sobre todo cuando no estás tú). Me paso el día buscando pistas que me ayuden a encontrarme, y no sólo eso, sino tratando de averiguar hasta dónde puedo llegar. La mayor parte de las veces me doy cuenta de que no está en mi mano elegir ningún destino. Aún así me muevo con energía por la calle, y descubro un millón de cosas que hacen que siga disfrutando de estar viva. Dejo mi mano abierta, por si la abrazas.
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